Los acantilados, Dios, que haría sin ellos, eran lo que más me gustaba de La Push, aunque el bosque tambien era un buen lugar, pero en los acantilados, podia sentirme libre...volver a sentir d eforma sana la adrenalina que no habia sentido en mucho tiempo.
llevaba ropa suelta, nada especial, pero que me permitia nadar sin problema y estaba al borde del risco sintiendo el viento de neuvo, despues d ehaberme lanzado una primera vez.