Estaba sentado en un banco de los que se encontraban alrededor de la plaza. Veia ir y volver a los humanos frente a mi, controlando mi sed de atacar a alguno. En especial a aquellos que se acercaban demaciado y su olor era sumamente exquisito. Me aferre del banco en una postura bastante tensa, buscando el control que necesitaba.
Sabia que jugaba un juego peligroso al estar alli por primera vez y sin haber cazado, pero necesitaba demostrarme que podia soportarlo y que no era débil. Debia superar mi propia prueba y provarme a mi mismo que tan fuerte era, ya luego si fallaba regresaria al bosque o me hiria lejos olvidando mi inccidente y comenzaria de nuevo hasta lograrlo.