Soy el chico de la barra!!!!!! (libre)

Era mi primer dia de trabajo, y yo ni siquiera me habia presentado en la facultad, odiaba la escuela, pensé seriamente en quedarme en Seattle solo para trabajar en el bar, al lado de Freda y su familia, sabia que tenia que quedarme aqui, ellos me recordaban mucho al viejo, pero a la vez joven amor de mi madre, me quedaria aqui todo el tiempo posible y poco a poco ataria cabos, me fijaria si envejecian o no.... en fin... tenia muchas cosas por las cuales quedarme, pero la mas importante, supuse, estaba ya cubierta.
Llegué al bar demasiado temprano. No vi al padre ni a la madre de Freda por ningun lado, me fui a la barra, me puse una especié de delantal que encontré botado en la cintura. Con eso ya me sentía todo un Bartender, ojalá y mis ahora jefes no se enteraran que no tenia idea de como preparar y/o mezclar bebidas.
Observé las botellas una y otra vez, tratando de definir qué iria con qué.... Estaba ahi, cuando senti detrás de mi la presencia de alguien...

Tenia tiempo que no iba a pasear y a visitar lugares diferentes, para hacer algo "nuevo" , en Seattle se encuentran lugares que no habia visitado, me parecio una buena idea.
Entre al lugar y me acerque a la barra, si que ese dia tenia sed pero no se me apetecia mucho el agua, observe a un chico que tal vez me podria atender.
-Disculpa..-dije detras, esperaba no interrumpirlo-...

Me giré lo más rápido que pude.
un cliente? un cliente?, que hago??? maldicion!!!

-Hola, que te sirvo?- intenté sonreir amable, supe que no podia seguir fingiendo amabilidad por mucho tiempo.

Estacioné personalmente mi challenger 68, odiaba que los vallet parking lo hicieran, teníamos nuestro espacio donde estacionábamos nuestros automóviles. Había pasado un mal rato en la universidad, era de esperase, los estudiantes creen que la universidad es lo mismo que el liceo, pero no, hay que trabajar en serio si en verdad querían aprobar mi materia. Caminé tranquilo hasta adentrarme al lugar, casi no había gente, no ví a nadie conocido, no vi a mi esposa por ningún lado. Me dirigí a la barra y tomé asiento como de costumbre y vi que el nuevo empleado que contratamos ya estaba trabajando.
-Bonjour André. –lo saludé- Sírveme un martini seco s’il tu plaît. Aun tenía la ropa que llevé en la universidad, estaba vestido muy presantable, más que la otra noche, esta vez no traia gorra y tenía una camisa de vestir negra, corbata y unos jeans no tan desgastados y rotos como los traia antes y unos tenis converse negros muy modernos, no traía el saco, me lo saqué en el automovil y me aflojé un poco la cobarta mientras esperaba mi bebida.

Maldito carro!, se le había dañado 5 cuadras antes de Pyzco, estaba hecha una furia, pero no podía pedir mucho el auto me había acompañado casi 3 años, en algún momento tenia que romperse, saque mi carpeta con el plan de marketing y las planillas de los trabajadores para ver si eran eficientes, deje el auto tirado, camine las cinco cuadras a paso humano, eso era lo que más me molestaba, tener que caminar tan lento. Ni siquiera sabia si tenia la ropa apropiada para trabajar, me puse un blazer negro, con una pollera roja, una falda negra que quedaba 15 centímetros arriba de mi rodilla, y unos zapatos de taco alto rojos.
Entre al bar y vi que André ya había llegado, al igual que mi padre, me acerque a mi padre y bese su mejilla.

-hola dad- dije seria, aun estaba enojada por mi auto, mire a André de reojo no sabia como actuar frente a el después de todo lo que había pasado, me ponía algo nerviosa su presencia.

calma André, calma!!!! saldrás de esto... me dije cuando apareció de pronto el padre de Freda, comenzé a sentir gotas frias en mi frente, la chica aun no me habia pedido nada. Asentí cuando Laurent me pidió la bebida. Me giré y observé la repisa llena de botellas, no tenia idea de como preparar un maldito martini seco, me estresé y cerré los ojos, estaba de espaldas, ellos no lo notarian, aspiré y saqué el aire un par de veces.

Tomé una copa, la primera que me encontré, tomé una botella, la primera que ví, tenia una etiqueta roja, ni siquiera lei el nombre. Serví en la copa, habia rodajas de algo, una fruta, en la barra, puse una en una orilla de mi "martini seco", me giré y lo entregué a mi jefe.

Sonreí nervioso, cerrando los ojos de inmediato...

estoy frito!!!!

El olor de mi hija me distrajo mi atención del bar tender para dirigírsela a ella. Le di un beso para recibirla. Cuando me di media vuelta tenía una bebida enfrente de mí. ¿Era una copa de vino, con fruta y whiskey? Estaba muy lejos de ser un Martini esa copa, me di cuenta que no tenía la menor idea de lo que estaba haciendo. Miré a Freda y levanté una ceja y le dije:

-¿Qué te parece el nuevo Martini seco petite? –sonreí sarcástico, olía tan mal que ni un humano podría tomar esta bebida, no quería levantarme a decirle como, pero quería ese Martini seco enfrente de mi me encantaba el olor del ginebra con el vermut y las olivas en un lado, adoraba sentir ese aroma y esto que tenia era un insulto.

Me reí al ver a Freda mucho mas nervioso que antes.
-No, no, este es para mí- le quité la extraña bebida- Supuse que no queria usted beber solo- hize un sonido con la boca, guiñé el ojo a Freda y me giré de nuevo.
El chico del dia anterior, hizo su aparición, supuse que habia notado mi nerviosismo. Me guiñó el ojo, y con la mirada me fue guiando para preparar ese martini seco que mi jefe me pedia, hacia gestos con las manos para decirme cuanta cantidad poner.
-Su martini caballero- levanté ambas cejas y mordi mi labio, despues miré a Freda, y todo se borró.

No entendía nada respecto a tragos, por lo que no supe que responderle a mi padre cuando me pregunto, además no quería que despidiera a André. Tanto mi padre como yo nos dimos cuenta de la pequeña ayuda que tubo, yo solo reí, ¿que más podía hacer?

- ese esta mejor dad?- pregunte sonriente.

Mire a André le guiñe un ojo, y le mostré la lengua.

(off rol: nose quien sea el chico del dia anterior xD pero si acaos no existe..me meto..porque trabajo aqui :lol!: )


Secaba los vasos con un trapo y sonreia tras decirle a aquel joven como se hacian los martinis secos. No habia trabajado antes de barista, pero habia estado en varios lugares donde la gente consumia bebidas elegantes, finas y alcoholicas. Ahi habia aprendido a prepararlas cuando me pedian que les trajera tal o cual encargo asi que me fue facil guiar al chico nuevo desde donde estaba.
No llevaba mucho trabajando ahi, tan solo habia ido el dia anterior para ver la solicitud que deje y la hermosa hija del jefe me dijo que si habia sido aceptado. Ahora lucia el nuevo uniforme que me habian diseniado.

(off rol: les parece este?

Spoiler:

)

- Buenas tardes Sr. y Srita. Blanc - dije sonriendole a ambos al llegar.

rol off: gracias por la ayuda!!!

Agradecí de nuevo con la mirada a aquél chico, Laurent no tenia reaccion alguna a su trago.
Me acerqué a mi compañero de trabajo
-Gracias, me salvaste el pellejo- golpee ligeramente su hombro, temi arrugar su perfecto chaleco
tendré que usar ese uniforme???? nooooooo!!! grité en mi interior, mientras esperaba la reacción del Boss.

Pude sentir lo que hizo el joven André, sentí sus nervios, su corazón latía con fuerza y sonreí a medias y malicioso. Hasta me pareció ver que le temblaba la mano cuando asentó aquella bebida enfrente de mí. Miré complacido el cambio de bebida, aunque no me agradó que tomara la bebida en horas de trabajo.
-Merci –le dije a André y luego miré a Freda para responderle
-Mucho mejor petite –le regalé una sonrisa a mi hermosa hija, le tomé una mano y la besé, la voz de un muchacho me sacó de mis pensamientos para luego mirarlo, sabía que él había ayudado a otro en apuros, es bueno tener alianzas en el trabajo y que se lleven bien, eso pinta con futuro, sonreí de nuevo y saludé:
-Bonjour Leonard…

Acaso yo era la única que aun no entendía bien el francés?, maldita sea!, necesitare estudiar eso en mi tiempo libre o siempre quedare colgada con lo que dicen.

-Hola Leonard- salude al joven sonriendo.

-gracias- modulé con la boca sin que mi voz saliera a leonard, por haber ayudado André.


(rol off: el uniforme está puesto ya, ve y revísalo)

Sonreí al escuchar su acento en francés vaya, era dificil encontrar buenos francoparlantes por aquí. Asentí por ese detalle, un punto para Leonard, el muchacho pintaba para suplir a Freda, cuando ella no pueda atender el lugar. Cuando vi los uniformes casi me muero de nuevo, eran horribles, me figuraron a unos pinguinos. Miré a Freda angustiado, esperaba que entendiera la situacion, el bar tenia un toque elegante, pero también eramos muy abiertos en ese tipo de cosas, y la formalidad sobre todo en la ropa no iba mucho conmigo. Pensar que iban andar por mi local con esa ropa me dio escalofrios.

-Gracias de nuevo Leo, por la ayuda. Soy André- le ofreci mi mano en señal de saludo.

Al parecer habia pasado la primera prueba, me senti aliviado al no recibir mi primer regaño. Mas tarde le pediria mas consejos a Leo, este trabajo me interesaba por obvia razones.

Me quedé callado un buen rato, imité a Leo y comenzé a secar vasos, no tenia idea de lo que podia hacer.

Me interesé cuando noté que Leo y Laurent hablaban francés, mi madre era nativa de Burdeos, vivia en el segundo piso de aquél pequeño café Les Allés de Tourny, frente a Le Grand Théatre, lo recordaba a la perfección, viví ahi hasta los 15 años, pero no sabia ni una pizca de Francés, mi madre masajista creía que mi futuro estaba lejos de francia y me educó totalmente para eso.

-Je ne parle pas francais- susurré mientras bajaba la vista.

- No te preocupes, deberas...hubieras hecho lo mismo por mi -le dije al joven. Sonrei ante la mirada aprobatoria del sr. Blanc. Termine de guardar los vasos, y reacomodar las botellas, note que algunas estaban casi vacias..al parecer habia habido una noche de gran ganancia hace poco. Decidi ir a la bodega para suplir algunas botellas.

- Andre, podrias revisar cuantos limones nos quedan en el refrigerador?...- dije abriendo la puerta hacia la bodega - para saber si ocuparemos mas para esta noche...porfavor.

Hize lo que Leo me pidió, primero miré a mi alrededor para ver si localizaba a simple vista el refrigerador. Y en efecto, ahi estaba, era pequeño, pero al abrirlo era hondo, con suficiente espacio. Leo desapareció y comenzé a hacer la contabilidad de los limones. Según yo y mis matemáticas aplicadas habia un aproximado de 100 limones.
no serán suficientes, de eso estoy seguro.... esperé a que llegara Leo para darle mi respuesta. Lancé una mirada fugaz a Freda, me sonrojé levemente.