Siendo mas optimista...*Xander*

Otra tarde mas en mi casa...no soportaba ver a Becca sufrir, pasaba el dia llorando y durmiendo, desde el mediodía la había obligado a salir de casa, practicamente la heché a patadas, ella necesitaba recuperarse y lo haría. Aún estabamos con los preparativos para así mudarnos a Seattle, pero también me sentía muy sola y decidí salir a caminar.

Salí de la casa con cierto optimismo y una inmensa sensación de alivio, la casa que un día había estado llena de familia...ahora tenía solo dos habitantes. Camine hasta llegar a First Street, me sentía mejor, ya yo empezaba a recuperarme de la pérdida, mas que Becca...últimamente estaba intentando darle una sonrisa a la vida y volver a ser feliz.

Llevaba los rizos dorados sueltos alrededor de mis hombros, mi rostro tenía buena pinta, ya que había dejado de llorar hace días...hundí mis manos en los bolsillos de mi abrigo azul claro, hacía frío en esa tarde...me senté en una banca observando a la gente pasar...

Era hora de explorar un poco los alrededores, Port Angels era una ciudad costera que no quedaba demasiado lejos de Forks, así que renté un auto pensando en futuras excursiones, considerando que ya me habian hecho una broma y no era agradable caminar quince kilometros por tu cuenta era la mejor opción, y aunque mis padres hubieran preferido que me movilizara en otro tipo de vehículo, me parecía que un viejo Camaro del 67 era más que suficiente, además siempre me habia gustado ese auto, desde que lo había visto en las viejas fotografias de papá.

Llegué a mi destino y estacioné el auto por ahí, antes de salir a caminar, no tenía sentido salir a conocer metido en una caja con ruedas. llegué hasta la plaza y ví a una chica con expresión pensativa, tal vez algo triste sentada en una banca, quien sabia, a veces las chicas podían ser mas raras que un perro a cuadros, pero tenía curiosidad y al fin al cabo, este viaje era para conocer gente, tal vez podría arreglarle el dia despues de todo.

Me acerqué y la saludé con una sonrisa.

-Hola, esperas a alguien?

Las personas eran tan iguales y a la vez tan diferentes, todos llevaban paso rápido, no se detenían a observar las vidrieras o a tomarse un café para relajarse, el ritmo de vida ahora era muy apurado, de seguro acababan de salir del trabajo...tampoco lo sabía.

También vi la cadencia acompasada del vuelo de una colorida mariposa, ese pequeño detalle me hizo sonreír, la vida aún tenía colores y yo tenía que aprender a asimilarlos de nuevo, no todo era blanco y negro...le contaría esa nueva filosofía a Rebecca, tal vez eso la haría sentir mejor.

Levanté la mirada hacia un chico animado que me saludo, era lo contrario al resto de las personas, el se había detenido...a buscarme conversación, Sus ojos eran azules como los míos, esbocé una tímida sonrisa y correspondí a su saludo.

- Hola - dije aún con mi pequeña sonrisa - no...no espero nadie, la verdad comenzaba a aburrirme...si gustas puedes sentarte - le dije palmeando el lugar libre en la banca - soy Kelsey - dije mientras se sentaba -

Me miró con unos ojos azules como los mios, sonreí, respondiendo a su sonrisa tímida y me senté a su lado mientras se presentaba.

-Es un gusto Kelsey, mi nombre es Xander-me presenté- supongo que ahora podemos aburrirnos juntos o hacer algo al respecto no te parece?-le dije, una pequeña broma para romper el hielo entre nosotros.

Había muchas personas yendo de un lado para el otro, esperaba nunca convertirme en un ciego que no era capaz de ver la vida a su alrededor como esos empresarios frios que veía pasar.

Reí ante su comentario, parecía un chico bastante agradable, dispuesto a vivir la vida...a disfrutarla, yo siempre había sido aventurera, terminaba perdiendome en bosques y demás...

- Tienes un nombre interesante - dije sonriente - Nada común, y eso es genial...y aburrirnos juntos no me parece una buena idea, no le sacaríamos provecho alguno, mejor es hacer algo al respecto - dije riendo ante su broma - ¿Que propones? - observé las cafeterías, las pastelerías y las tiendas frente a nosotros - podemos dar un paseo por ahí...o beber un café para calentarnos un poco, o lo que sea - pensé en lo bueno que sería un chocolate caliente, estaba agradecida de llevar un abrigo, el clima no era del todo bueno -.

-A veces los padres no tiene nada mejor que hacer que buscar un nombre extraño para sus hijos-dije riendo.

Ella estuvo de acuerdo con que había que hacer algo al respecto, mi sonrisa se agrandó y a la vez observé lo que estaba a nuestro alrededor, tiendas, comida, tiendas...no me apetecía formar parte de la sociedad de consumo hoy la verdad.

-¿Que te parece si compramos chocolate para llevar y damos un paseo por las calles mas bien?-le propuse- un poco de frió no ha matado a nadie -le dije con tono convincente.

Era alguien bastante bromista y eso me gustaba, odiaba a las personas rígidas, que no se permitían disfrutar de un chiste de vez en cuando, estaban demasiado ocupados trabajando o cualquier cosa, deberían relajarse, volví a sonreír ampliamente, su idea me agradó.

- Es genial - dije asintiendo con la cabeza - es mejor tomarse el chocolate en alguna banca, lejos del bullicio, las cafeterías estan llenas...eso no permite escuchar las conversaciones - me encogí de hombros - Hacia allá hay unas cuantas bancas - dije señalando hacia el norte, no estaba demasiado lejos, me levanté de la banca y le hice un gesto para que me acompañara, entramos en la cafetería mas cercana, había una gran cola en la caja - ¿quieres esperar o simplemente nos limitamos a caminar?...por que el frío no me preocupa, para algo se inventaron los abrigos - observé la cola con un gesto desanimado una vez mas, el frío no importaba demasiado, siempre y cuando no pensara en el todo estaría bien, lo observé esperando una respuesta - Creo que mas bien nos volveremos de piedra si hacemos esta fila tan larga por un chocolate - sonreí -

Estaba pasando un buen rato, y esa era la meta de mi salida, olvidar los problemas por un momento y simplemente distraerme...estaba funcionado-

Ella estuvo de acuerdo y nos dirigimos a una cafeteria, estaba llena, tal y como habia adivinado.

-Nah...el chocolate siempre vale la pena ser esperado, si en cinco minutos no estamos ni cerca de la caja, tenemos dos opciones: una, hacemos una revolucion y nos tomamos el lugar o...salimos a caminar por la playa tal y como tu decias ahora, trato?-le pregunté guiñando un ojo

Por lo menos la fila avanzaba algo mas rápido, eso era una buena señal, y podríamos salir victoriosos en nuestra tarea para conseguir algo de chocolate caliente.

- Me gusta la primera - comenté sonriente - sera la revolución de Kelsey y Xander, de seguro será una de las revoluciones mas importantes de Estados Unidos - reí divertida - nadie lo olvidaría...en serio - le saqué la lengua de manera juguetona y divertida - al menos avanza mas rápido, saldremos victoriosos de esta...el chocolate es tentador - sonreí esta vez de manera mas tierna - Mientras esperamos, cuentame...¿que edad tienes? - dije curiosa, no podía tener mucho más que yo, parecía alguien bastante joven, contemporáneo a mi edad -.

Reí con ella mientras hacía comentarios respecto a nuestra revolucion.Me preguntó mi edad.

-18, puedo decir que soy un hombre -dije con orgullo fingido, habia gente que en verdad se sentia lo máximo por ser mayores de edad.-¿Tu cuantos años tienes Kelsey?-le devolvi la pregunta.

La fila avanzó otro centimetro...vaya...la revolucion no parecia un plan tan descabellado a estas alturas.

-Yo también tengo 18...se puede decir que soy toda una mujer - reí siguiendo su broma, la fila seguía larga, apenas habían atendido a otra persona, pero para ser sincera, los pastelillos, brownies, malteadas, galletas y pasteles de todas las clases de chocolate se veían demasiado tentadores, me acerqué a Xander hasta poder hablarle al oído - Propongo que corramos y nos llevemos todo eso...sera el principio de la revolución - dije intentando evitar reír por el chiste, me enderecé luego - La fila podrá ser larga, pero eso si que se ve tentador - comenté dandole otra hojeada al chocolate mientras volvía a observar a Xander con una sonrisa -.

Reí, ahora que veía la comida, la revolucion sonaba realmente tentadora, pero al fin y al cabo, si habiamos esperado lo más, podiamos esperar lo menos.

-Bueno, señorita Kelsey, mientras envejecemos un poco más aqui parados, podrías decirme que es de tu vida y que esperas de ella.-le dije poniendo voz de caballero inglés, podía imitar a la perfeccion el acento de mi padre, de todas formas, a mi tambien se me pegaba el acento cuando visitaba a mis tios en York.

Cuando mencionó la historia de mi vida se me hizo un pequeño nudo en la garganta, me había hecho recordar mi estado anterior pero había logrado componerme a tiempo.

- Bueno, tengo una gemela - sonreí al recordar a Becca - Se llama Rebecca Dawson...- me encogí de hombros mientras recordaba nuestro primer encuentro - Y pues tenemos una historia algo complicada, ya que al nacer nos separaron, una enfermerá me robó...pero hace dos años justo antes de morir me contó la verdad y yo fui en su busqueda hasta llefar a Forks, al menos terminó bien por que ahora estoy con ella y la adoro - sonreí, pero luego recordé al resto de mi familia - Se supone que los Dawson eramos un montón, pero ahora solo quedamos Becca y yo - callé un momento sintiendome un poco triste, aún todo estaba reciente pero yo había decidido ser un poco mas optimista y olvidar esa fea situación -.