La noche estaba por caer sobre la bahía de Port Angels y una pertinaz llovizna cubría las calles de la ciudad; todo lucía gris y deprimente o quizás era solo que así me sentía en esos momentos; llevaba dias sin saber nada de mi familia en Nueva Orleans, aunque no era eso lo que me preocupaba, era mas bien otro tipo de ausencia.
Fui al garaje y el Jaguar destelló como un rubí en la penumbra, hacía tiempo que no lo conducía en las calles de la ciudad, preferia caminar aun bajo la lluvia... pero no ese atardecer.
El rugido del motor ahogó un poco mis pensamientos segun daba de vueltas por las calles húmedas y semidesiertas, pare frente a un bar en el que nunca había reparado; estacioné el auto en uno de los lugares disponibles y con paso lento entré al local.
-Un Ging tonic.
Ordené al barman despues de tomar asiento en la barra, la tenue luz del lugar era acorde con la musica que ambientaba el local; cuando mi bebida aprecio frente a mi comence a beberla con calma.